LA NUEVA NORMATIVA EN EL IES EL
ESPINILLO.
La
disciplina es una conducta que se aprende y que nos vamos enseñando unos a
otros. Nos hace cumplir la norma, algo que en ocasiones nos cuesta, pero todos
sabemos que si no se cumple lo que se ordena nos conlleva una consecuencia. Y este año en el instituto
se está llevando a cabo una disciplina
muy estricta de la cual no estoy muy a favor, ya que hay muchas maneras de
exigir puntualidad sin llegar a los extremos que se está llegando.
La nueva regla que se está llevando a cabo es la extremada puntualidad a primera y tercera hora, después del recreo (por los alumnos de 1º y 2º de Bachillerato ya que tienen derecho a salir fuera del instituto) y cierran la puerta a la hora justa, sin excepción a 1 minuto. En los últimos años las puertas se cerraban sobre las 8:40 a.m. y podías entrar al instituto aunque fuese a la ‘sala de castigados’; esto quizá deberían haberlo cambiado mucho antes, porque aquellos alumnos que no tenían interés por ir pronto iban sin prisa y sin preocupación, y eso no es justo para los demás ni mucho menos para los profesores, al menos respeto. Creo que no es proporcional que se cierre la puerta de igual manera a un alumno llegando 1 minuto tarde que a otro llegando 10, ya que las situaciones serían muy distintas si se preguntase a ambos; cada uno vive la suya, y está claro que la escusa ‘me he quedado dormido’ ya no vale ni aunque seas el más responsable, pero pueden producirse muchas cosas que hagan retrasar tu trayecto, como un atasco si no vives cerca, o un percance con el autobús si te transportas en él, y muchas más incidencias que hacen justificable el retraso.
Está claro que la disciplina es imprescindible en nuestras vidas y sobre todo en un instituto, pero no llegar al punto en que se está abusando de ello. Creo que esta norma se debería haber negociado entre el Consejo del Instituto y los alumnos, si nos hacen partícipes en la negociación somos más conscientes de la responsabilidad que ello lleva, sería una buena manera de enseñarnos “auto-disciplina”.
¿Pero no resulta que la norma ha tenido éxito y se han reducido los retrasos? ¿No demuestra eso que hay que actuar así?
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